Elena me hizo un encargo del que no me creía del todo capaz... tunear un vestido negro que se compró pero que le resultaba un poco soso porque no tenía ningún tipo de adorno; así que como era la primera vez que hacía estas cosas, y además no soy ninguna experta costurera, me llevó algunas semanas terminarlo.
Así es como quedó (pongo esta foto a la espera de que Elena me mande una suya con el vestido puesto... que no se me olvida¡¡¡)
Como me pareció que había tardado demasiado tiempo para ponerle nada más que un par de cosas al vestido, he intentado compensar el retraso con un bolso a juego...
... y unos pendientes con anillo que, por cierto, le sientan muy bien.
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